Friday, October 20, 2006






Recortando la realidad
Por Mauricio Riveros



Christian Escobar Mora ha logrado, poco a poco, convertirse en un referente de la actualidad fotográfica colombiana. En el camino que ha recorrido a puesto sus fotos en libros, calendarios, galerías, exposiciones y revistas, no solo en Colombia, sino en varias partes del globo y ha obtenido varios reconocimientos por importantes instituciones, entre ellas, La Revista National Geography.

El comienzo

En el cumpleaños numero seis de Christian las cosas sucedieron de una manera atípica. Aunque había confites, torta y juguetes a él nada de esto le importó; Solo le interesó el objeto que sus padres se ponían en el rostro, que hacia un ruido extraño y que destellaba una intensa luz.

Desde ese día se despertó en él una pasión incansable por el oficio fotográfico, pasión que, 22 años después, conserva y sigue intacta, al igual que la cámara Comet, la misma que conoció en su sexto cumpleaños y que en los siguientes años de infancia secuestraba, cada que podía, para robarse las últimas tomas y hacer sus primeras fotos.

El resto de su vida continúo ligado a las cámaras, en el bachillerato fue el fotógrafo del colegio, estudiando Diseño Grafico siempre se encaminó por los énfasis fotográficos y precisamente su tesis, Sagrado, que como él mismo define, “Es un recorrido por la muerte cotidiana”, fue la llave de entrada a la fotografía profesional.

Su trabajo

Con el cráneo rasurado, gafas tipo piloto y vestido de camiseta y jeans ajustados, Christian llega casi todas las mañanas a la redacción de su trabajo o las aulas donde implanta clases. Hoy en día es foto reportero de las revistas Cromos y Shock y profesor de fotografía.

Cuando no está trabajando, se dedica a experimentar con todo lo que encuentra, todo lo que ve, todo lo que siente o todo lo que encuentra, para producir sus fotos personales. Y es precisamente eso, según los que mejor lo conocen, uno de los ingredientes que hacen de Christian lo que él es en la fotografía. La pasión que le imprime a todo lo que hace.

“Christian es uno de los buenos fotógrafos que tiene esta generación. Es un fotógrafo muy pilo y siempre esta haciendo fotos interesantes, moviéndose en la fotografía. Hay muchas cosas de las fotos de Christian que tienen fuerza y que denotan ese compromiso que él tiene por la imagen” Cuenta William Fernando Martínez, fotógrafo de AP (Associated Press), y amigo.

Llegar a la revista fue inesperado para Christian, aunque había sido profesor de fotografía en un colegio y ya había participado de algunas exposiciones, no tenía experiencia en la reportería. Sin embargo, DeSeso y Sagrado, sus trabajos universitarios, fueron carta de presentación suficiente para que Cromos se fijara en él y lo fichara como parte de su staff.

Estos trabajos eran fotos de cadáveres, intervenidas con documentos, radiografías y otros elementos de su propia cotidianidad, que buscaban generar en el espectador una reacción, crítica pero positiva, de la muerte sin que la foto perdiera su carácter artístico.

“La muerte es algo tan cotidiano como la vida, lo que pasa es que la gente quisiera creer que no es así. Se te fijas bien la muerte esta en todo lado, en lo que comemos, en nuestros vestidos, el lo que vemos y hasta en el dinero que manejamos diariamente, simplemente hay varias formas de mostrarla y de verla, yo quería demostrar con Sagrado esa cotidianidad que a veces pasamos por alto de una manera estética. Cuando alguien mira una foto de muertos, o le gusta o la odia, pero nunca le pasa desapercibida.” Asegura Escobar Mora.

Pero el cuento de Christian con la muerte no terminó ahí. En muchas otras de sus producciones se nota este gusto e incluso hay proyectos futuros. Una extraña serie de fotos de animales muertos encontrados en carretera y un cuento que quiere ser novela, ya estan en producción pero ni el mismo sabe si algún día estas obras sean públicas.

Desde su llegada a las revistas Christian se empezó a hacer un espacio en el espectro fotográfico nacional y, aunque su pasión es un motor inagotable, no es lo único que hace de él fotógrafo especial. Como cuenta Nelson Sierra, Editor fotográfico de Cromos y El Espectador “Christian tiene mucho talento y eso hace que él siempre haga un buen trabajo” y Sofía Sánchez, Coordinadora editorial de la revista Shock, “El Calvo es un tipo excelente, no solo como fotógrafo sino también como persona, siempre tiene una mirada diferente de todo, de cualquier tema, tiene un estilo único demasiado bueno”

Estilo que, confiesa Escobar, ha sido labrado por lo que ha visto, no solo en otros fotógrafos, sino también en el cine, los comics y cualquier otra expresión artística clásica o moderna. “El estilo, en esta profesión, es algo que se va formando sólo, con todo lo que rodea a cada fotógrafo, lo visual y la propia vida. Por ejemplo, en mi caso, el cine, o los comics. Me gusta de la fotografía clásica la luz natural, la ley de tercios y la búsqueda de fotos naturales no posadas, sin embargo cuando siento que una foto queda mejor saliéndome de los esquemas simplemente lo hago. Yo no se si mis fotos ya tienen un estilo distintivo, pero uno siempre espera que cuando la gente mire las fotos que uno hace sepa de quien son. ”

La vida sin la cámara

En su vida cotidiana, Christian es un hombre común. Vive con Hanna, su novia desde hace seis años y Sombra, su perra pastor Aleman, en un apartamento cerca al centro de Bogotá. Aunque asegura que no es radical pocas veces usa un color que no sea negro, blanco o rojo y aunque le gustan las artes marciales y la simbología militar odia la autoridad y nada le molesta más que ver a un hombre golpeando a un animal.

Aunque no es muy buen bebedor, la cerveza le gusta, y en algunas esporádicas ocasiones se toma algunas con los amigos. Eso sí, el cigarrillo a veces acompaña a las birras, dependiendo que época del mes sea ya que todos los meses deja de fumar por unos días.

Como buen diseñador gráfico, se la pasa pendiente de todo lo visual y, aunque no lo ejerce en el sentido estricto de la palabra, de vez en cuando le gusta dejarse llevar por el dibujo, la ilustración y la creación de camisetas y a la hora de la música el rock, el punk, el reggae y el ska son sus favoritas y desde hace un par de meses anda embobado por las motos.

Sin embargo, aún ninguna moto, ha logrado ser tan importante para él como lo son sus fotos y, volviendo al tema, aunque hay que aceptar que las menciones y premios que ha obtenido en National Geography, Los Niños de mi Tierra, Colombia Imágenes y realidades y la fundación Dos Mundos entre otras y, las exposiciones en La Universidad Nacional, en El Museo Nacional, En Texas y en otras galerías nacionales y extranjeras han ayudado, los que lo conocen saben muy bien que son la pasión, el talento y su estilo los tres ingredientes que han logrado posicionar a Christian Escobar Mora donde está ahora.